lunes, 29 de agosto de 2016

Voronezh (Rusia)

Dos días de "descanso" en Kiev, descanso entre comillas, ya que entre visitar la ciudad, hacer compras, poner la bici apunto, lo de descansar resulta tarea complicada, pero sí que se desconecta de la rutina de estar todo el día sobre la bici, acampar etz.. Además cada viaje de metro en Kiev cuesta unos 20 céntimos, así da gusto poder recorrer la city de un lado a otro.

Kiev
Lo más impresionante es el monasterio de las cuevas, es como una ciudad dentro de la ciudad, yo reconozco que hice una visita rápida, pero al que le guste estar viendo iglesias, cuevas, monasterios, se puede tirar allí un día entero tranquilamente. La entrada no recuerdo lo que me costó, pero baratísimo, como todo en Ucrania, es sin duda el país más barato que he visitado.

Kiev
Kiev
Vistas de Kiev
Pues con la ciudad visitada y las pilas medio cargadas, tocaba continuar, dirección este como siempre, en busca de Sumy, la que sería mi última ciudad en Ucrania. Siempre que voy a acampar, busco un lugar alejado, entre pueblos, y en el que nadie me vea. Y hasta la fecha no había tenido ningún problema. Pues la primera noche después de Kiev, cuando ya estaba sacando la tienda, oigo acercarse un coche hacia mi, y se bajan de él dos hombres. Yo pensando "ya la hemos liado, ahora no me van a dejar dormir aquí y estoy cansado para seguir." Y así ha sido, no me han dejado dormir allí.


Coche de Vladimir
Resulta que uno de ellos, Vladimir, es el dueño de una granja que estaba cerca, habla un poco de inglés, y me decía que su hermana está recorriendo el mundo solo con una mochila a la espalda. Y que de ninguna manera me iba a dejar pasar allí la noche, que me fuera para la granja que había una salita con un baño y una ducha...

El gran Vladimir
Así que me llevaron a la granja, me presentaron a todo el mundo, me enseñaron cómo trabajan, increíble como sacan la leche. También tienen caballos de carreras, y los hijos de Vladimir, Max y no recuerdo el nombre del otro,  me hicieron una pequeña demostración con uno de ellos, el que era el más rápido me decían.

Mi bici en la granja


Y más tarde me empezaron a sacar productos de la granja, así que cené como hacía tiempo que no lo hacía, leche, yogurt, salchichas, panceta, tocino, sandía, cerveza. Buah impresionante como me puse, daba gusto verme comer, y no paraban de sacar cosas, acepté todo menos el queso, lo siento, fijo que estaba riquísimo pero yo no lo soporto. Alguno me querrá matar por no aceptar un queso riquísimo recién hecho en la granja...
Sopita caliente en la granja
El mejor yogur que he comido nunca
Pasé una noche perfecta, ni me enteré del olor a cuadra que había por allí.
 
Dormir en la granja
Y a la mañana siguiente diluviando, así que me fui con Vladimir a conocer el pueblecito de unos 400 habitantes, y la ciudad que está al lado, Pryluki, donde tenían una fábrica de pan, riquísimo.
Por la tarde despejó el día, y decidí salir, a pesar de que me invitaban a quedarme más días, pero las fechas de los visados no me lo permiten. Me despedí de Vladimir con un abrazo, y me metió un pan en el carrito.
Thank you Vladimir, Max, and family...

Comida en la granja
Eso sí, y al igual que ellos más ucranianos, me advertieron que tuviera mucho cuidado con los rusos, que no eran gente amigable, que me iban a robar o a romper la bici, y que la policía me iba a poner multas injustas para sacarme el dinero... Flipando me quedé.


Sumy
Y sin darme cuenta llegué a Sumy, al lado de la frontera, decidí ir a un hotel, porque estaba lloviendo y me costaba solo 9€. Al igual que todos los países que he visitado, me voy encantado con Ucrania, y con su gente. El objetivo final es China, pero es el día a día, y las experiencias vividas lo que dan sentido al viaje, y no solo el hecho de llegar al destino.

Curiosa tienda en Sumy, no hablaban español
Al día siguiente sol y viento en contra, recuerdo acercándome a la frontera al igual que Dani Rovira, en 8 apellidos vascos, cuando está entrando al país vasco en autobus, cagadito de miedo, pensando "dónde me he metido". Con tanto comentario negativo sobre los rusos, estaba claro que iba sugestionado.

Rusia
Pero el paso de la frontera fue muy fácil, en Ucrania 5 minutos, en el lado ruso, 2 horas, miraban coche a coche, muuy lento, pero la verdad que super correctos, y muy amables los rusos, todos se interesaban por el carrito, y de dónde venía y hacia dónde iba. Me miraron el equipaje más por curiosidad que por otra cosa, me hicieron rellenar un papelito que tengo que entregar a la salida del país y estaba en Rusia. Increíble lo lejos que he llegado. La alegría los primeros metros fue absoluta. Y de momento, lo que me he encontrado en Rusia son carreteras en muy buen estado, ya no voy de bache en bache como en Ucrania, y gente muy amable.

Voronezh
Ayer tuve que parar en el arcén porque se me partieron dos radios, sí, lo sé, un coñazo los radios, y no podía seguir porque la rueda tocaba en la vaina, pues se paró un hombre en la cuneta, sin entendernos nada, cogió uno de los radios que colgaba, con unos alicates dobló la parte del final, y consiguió meterlo en el agujero del buje. Yo me quedé flipando, la bici tiraba y podía seguir hasta Voronezh donde estoy ahora y ya la he reparado. Me fui pensando que me había cruzado con Mcgiver. Tuve mucha suerte.


He vuelto a mi infancia, no probaba las mirindas desde que era niño
Rusia
Y mañana salgo hacia Saratov, hay una carretera directa, pero es de solo un carril por sentido y sin arcén, muy peligrosa, así que voy a buscar alguna alternativa.

Besos y abrazos para todos, sobre todo para mi familia, ya sea desde Villalba, Alpedrete, Madrid, o Cartagena, siempre estáis ahí. Os quiero....




Tatuaje al sol

Etapas:
Kiev - Lisovi Sorochyntsi 125 km
Lisovi Sorochyntsi - Romny 70 km
Romny - Sumy 125 km
Sumy- Oboyan 120 km
Oboyan - stuzhen130km
Stuzhen - kurbatovo 140 km
Kurbatovo - Voronezh 50 km

sábado, 20 de agosto de 2016

Kiev

Ha sido una semana intensa, me encontré en Lublin con la rueda rota, y no abrían las tiendas hasta el martes, ya que el lunes era festivo. Así que lo que hice fue escribir en couchsurfing, para ver si alguien me podría ayudar, aunque fuera recomendándome una buena tienda de bicis. Pues al rato me contestó un chico que se llama Maciek.



Maciek es un tipo de 22 años, que justo una semana antes de que yo llegara a Lublin, su ciudad, él estaba viajando por España. Se fue con su novia desde Lublin hasta Gibraltar solamente haciendo autostop, y la vuelta igual, tardó solo 4 días en llegar. Y me comentaba que estando en Alicante un hombre les echó una mano, permitiéndoles quedarse en su casa. Y que cuando vio que un español necesitaba ayuda en Lublin, no se lo pensó dos veces. La verdad es que me contestó más gente, y tenía varias opciones, pero el perfil que más me gustaba era el de Maciek, así es que decidí aceptar su invitación, ya que se ofreció a que me quedara en su casa los días que hiciera falta.




Y no pudo salir mejor la cosa, después de cenar con su novia y su padre, me dijo que me quería llevar a una zona no turística de su ciudad, y así fue como en el Old Town nos colamos en un edificio semiabandonado y subimos a un tejado.


Tejado en Lublin

Y allí pude disfrutar de uno de los tesoros de Lublin, que poca gente local habrá podido visitar. Desde arriba se veía el castillo y la zona antigua de la ciudad, ahí estuvimos bebiendo cerveza y hablando de viajes Maciek, su novia y yo.


Pero lo que tocaba era arreglar la bici, así que al día siguiente lo primero ir a la tienda. La situación fue graciosa, yo intentando explicar lo que quería en inglés a Maciek, con palabras que no conocía como, buje, anchura de llanta, radios. Y él que no entendía demasiado de bicis, explicándoselo en polaco al vendedor. Al final entre spanglish, polinglish, gestos y risas pudimos entendernos. Y ahora tengo una llanta nueva. Mavic a119, de 36 radios en vez de 32, con buje shimano en vez del de serie, y un ancho de llanta de 21mm en vez de los 14 anteriores. Así que espero que esto sirva. 


Había ratos que Maciek se tenía que ir al hospital a ver a su hermano que estaba ingresado por una cirugía menor, así que aproveché para conocer a fondo la ciudad. Pude disfrutar del castillo, los cementerios, y con diferencia lo que más me impresionó, el campo de concentración de Majdalek.



Monumento a las víctimas del campo de concentración


Espectacular, la piel de gallina, te dejaban entrar en los barracones, y podías ver las camas donde dormían, o todos los zapatos que les requisaban. Nunca antes había estado en un campo de concentración, y este según decían era de los pocos que estaban intactos, ya que les pilló a los alemanes en plena huida y no tuvieron tiempo para desmantelarlo. Dura visita pero imprescindible.








Así que con la bici arreglada y la ciudad pateada de un lado a otro, llegué a andar más de 20km un día, tocaba continuar con el viaje hacia tierras ucranianas, me hubiera gustado estar algún día más, cocinando tortilla de patatas o gazpacho para Maciek y su familia, que decía que le encantaba la comida española. Pero por tema de visado, no podía estar allí mucho tiempo, que sino, no me iban a dejar entrar en Rusia.

No tardé en llegar a la frontera ucraniana, según llego una larga hilera de coches esperando, no esperé la fila, adelanté por la izquierda y fui directamente a una ventanilla, todo esto en el lado polaco, y la militar que me atendía que apenas hablaba inglés, me decía que este paso era "only for cars", que me diese la vuelta y que me fuese buscando otra frontera, que por ahí no podía pasar.

Cola en la frontera Polonia-Ucrania

Suerte que en la ventanilla de al lado a un compañero suyo le había llamado la atención la bici, y salió a hablar conmigo, estuvimos hablando un rato, le dije de donde venía y a donde iba, y me dijo que le gustaba mi viaje, y que ojalá él en el futuro pudiera hacer algo así. Me dijo que esperase 5 minutos, se fue a hacer dos llamadas y al rato me comunicó que podía pasar, que tuviera buen viaje y cuidado con los ucranianos, esto último me descolocó un poco. Tras una media hora había pasado el control polaco.


Por otra parte en el lado ucraniano fue mucho más fácil, el primer militar me dio un papelito que tenía que entregar junto con el pasaporte y escribió algo en él, según iba pasando por las ventanillas entregaba el pasaporte y el papelito, no sé qué cojones pondría en el papel que en cada control cuando lo entregaba según lo leían sus compañeros se descojonaban de la risa. Rápidamente me pusieron el sello que me da derecho a estar 90 días en este país. Y el pedalear por Ucrania, una locura, pero sobretodo porque llevo 500 km por la misma carretera, una carretera llana, apenas sin curvas, con rectas que pueden medir 100 km, y todo el rato el mismo paisaje, afortunadamente con un arcén ancho y sin demasiado tráfico, excepto en la entrada a Kiev que ha sido la locura.


Entré un día lluvioso, y empapado paré en Kovel, la primera ciudad, en busca de un hotel, el dueño super seco, no sabía ni decir hola en inglés, yo tampoco lo supe decir en ruso o ucraniano, así que no le juzgo. Pensé que me estaba intentando timar, me costó media hora entenderme con él, pero finalmente resulta que la Grivna está muy baja y me costó la habitación al cambio 9€. Había una opción sin ducha por 3,5€, así que mal por mi parte, por pensar que me quería timar. La cogí con ducha por las ganas que tenía de quitarme el frío del cuerpo, y para mi desgracia no tenían agua caliente, me aseé como pude y a dormir.

Y el resto de días ya con sol, lo único que he hecho ha sido pedalear por la carretera eterna, 500 km lo mismo, sin ciudades, sin pueblos, sin nadie con quien poder hablar un rato, excepto la gente de las gasolineras donde compro agua y algo para comer, que tampoco es que hablemos mucho si no tenemos ningún idioma en común. Eso sí para acampar no hay problema ninguno, tengo kilómetros de bosques eternos y puedo elegir el sitio que más me guste.

500 kilómetros a Kiev

Psicológicamente se me ha hecho duro y largo el viaje por la misma carretera, pero como no tenía otra cosa que hacer pues he hecho un porrón de kilometros, y he recuperado algo de tiempo perdido por las averías. He hecho los 600km que separan Lublin de Kiev, en 4 días.

Bajando poco a poco los kilómetros a Kiev

La entrada a Kiev, una locura, como a cualquier ciudad grande, lleno de coches, camiones, patatas soviéticas de los años de Lenin, que no pueden ir a más de 60 km/h, y me quitan el espacio del arcén.
Ya que aquí para adelantar si vienen coches de frente lo que hacen es dar las largas al coche de delante para que este se eche al arcén, sin importarles si por ahí circula una bicicleta.


Carteles de fácil comprensión

Y por fin la ducha en el hotel, esta vez me la he podido dar caliente, los 2€ de más que me ha costado este con respecto al de Kovel marcan la diferencia. Mañana visitaré la ciudad, y no sé si quedarme algún día más, es enorme por cierto.

Yo estoy bien físicamente y de cabeza, pero se nota el no poder hablar con la gente. Veremos como vamos evolucionando, a ver si aprendo algo de ruso que ya me vale. Y ya mirando a la frontera rusa, esa sí me impone algo de respeto.. Veremos

Etapas:
Lublin - Kovel 170km
Kovel - Sarny 150 km
Sarny - Korosten 160 km
Korosten - Kiev 120 km


sábado, 13 de agosto de 2016

Lublin

Malas noticias, tengo problemas serios de mecánica, como siempre con la rueda trasera, que no ha parado de darme guerra desde que salí. Se me volvió a partir un radio, unos kilometros antes de llegar a la preciosa ciudad de Kielce, hice noche en una pradera cerca de la ciudad, y por la mañana temprano llevé la bici al decathlon, el último de europa por cierto.

Allí me ayudaron dos compañeros del deca que hablaban un inglés perfecto.
Thank you very much Sebastian and Magda, you were so nice with me, but finally the wheel is not able for to much weight.
La idea era clara, poner una llanta nueva, la de serie de la bici. Pero no me ha servido para nada, se ve que todo el peso del carrito actúa sobre la rueda trasera, y me ha durado un día. Hoy cuando estaba apunto de llegar a Lublin, no tenía intención de parar aquí, se me ha vuelto a descentrar completamente y me tocaba la rueda en las vainas, la he centrado como he podido para llegar a Lublin y ver qué puedo hacer...

Está claro que necesito la rueda de un tanque, algo mínimo de 36 radios.
Así que voy a ver como me las apaño para conseguir una, porque seguir con esta no le veo futuro alguno, y seguro que me es más fácil encontrar recambio aquí antes que entrar en Ucrania, que estoy muy cerca ya..

Por lo menos voy a conocer Lublin, voy a buscar alguna página que pueda enviar la rueda de 36 radios a Polonia en pocos días, si alguien conoce algo que me diga..
Y luego a visitar la city, me temo que me va a tocar estar aquí algunos día..

Por otra parte estoy encantado con Polonia y con los polacos, que gustazo de gente, en muchos aspectos son iguales que los españoles, aveces se me olvida que estoy lejos de casa

Czestochowa Kielce 120 km
Kielce Lipsko 100 km
Lipsko Lublin 70 km

miércoles, 10 de agosto de 2016

Czestochowa

Impresionante la ciudad de Praga, resulta que a mis padres les dio envidia que su hijo estuviese viajando tanto, se cogieron un vuelo y se vinieron a pasar el finde semana a Praga.. 

Mis padres en Praga

Se me pasaron volando los dos días, no hice otra cosa que beber cerveza(no la bebía desde que salí de España), comer y caminar... Y como encima pagaba mi padre pues de lujo jeje...

Cerveza en Praga

El museo de Kafka, kafkiano total, y la ciudad en sí, una maravilla, había más españoles que en Benidorm... Y la cerveza checa barata y rica, en fin un lujo.. Aparte aumenté un poco el peso del equipaje al llevarme la metamorfosis, a ver si saco tiempo para leerlo, que todavía no pude empezarlo..


Museo Kafka

Y que rápido se acostumbra el cuerpo a lo bueno, fue dura la vuelta a la carretera, me sentí hasta extraño, aunque esa sensación solo duró media hora, hasta que el cuerpo se acostumbra al pedaleo, al mirar mapas en cada cruce checo no indicado...

Praga

Y como bien me decía mi amigo Charly, al cual mando un abrazo desde Polonia a London, no era normal que estuviese todos los días ajustando radios, y tarde o temprano alguno iba a romper, y así fue, estando en mitad de la nada, acampé en un bosque checo, cerca de la frontera polaca, pasé la noche sin contratiempos, pero al coger la bici, se me había partido uno de los radios de la rueda trasera. Menos mal que en los mapas que tengo descargados están hechos para ciclistas, y pude ver que en un pueblo que estaba a unos 10km había una tienda de bicis, no se sabe si grande o pequeña, ni se me podrían arreglar el jaleo, pero era mi única opción. 

Radio roto

Llevé la bici como puede y no pudo salir mejor la cosa, el dueño no entendía nada de lo que le decía, pero su hijo hablaba inglés mejor que yo, me dijo que me fuese a ver el pueblo y que en una hora me la tenían lista. Me arreglaron el radio, me ajustaron el cambio, me cambiaron el cable del freno trasero y me ajustaron el freno por 520 coronas(20€). Grandes.

No para de llover, solo puedo refugiarme en la parada del bus

Y así crucé la frontera polaca, no sin antes subir un puerto, en el cual tuve que poner pie a tierra unas cuantas veces por la pendiente, luego un rápido descenso y Welcome to Poland.. Las carreteras cada vez van a peor, y los conductores polacos no conocen de límites de velocidad, da igual la carretera por la que vayas, que te pasan a toda pastilla. 


No para de llover en Czestochowa

Pero no son los conductores que se creen Robert Kubica, ni las carreteras bacheadas, ni los mosquitos que se ponen las botas conmigo cuando acampo lo que más me está lastrando. Sino la lluvia, llevo 48h seguidas debajo de la lluvia, es una locura, ayer intenté ir a un hotel, y estaban todos llenos, y me tocó acampar bajo la lluvia, empapado me metí en la tienda de campaña esperando que cambiase el panorama al despertar, pero no, sigue cayendo sin cesar, hoy he hecho una etapa de 40km porque estaba empapado y congelado, y así es como he acabado en esta ciudad impronunciable, pensaba parar más adelante, pero el clima me ha obligado a hacerlo aquí..


Czestochowa


Ciudad llena de peregrinos, por lo visto hay una virgen negra muy famosa en una de las iglesias. Bonita ciudad y buen ambiente, aunque se come fatal, he intentado ir a un par de restaurantes, y malísimos los dos, baratos pero malos, he acabado haciéndome la cena en el hotel, será que mi cuerpo se ha acostumbrado... Si mañana ha dejado de llover continuaré hacia el este, y si no pues pasaré un día más.



Czestochowa

Saludos para mi Bro, ese Pableras que me ayuda con el blog, y con muchas más cosas...
Y para todos los que os acordais de mi, gracias a todos. Me seguís alegrando cada día al leeros...



Czestochowa

Etapas:
Praga - Dvur Kralove 110km
Dvur kralove - ziebice 115km
Ziebice - Olesno 145 km
Olesno - Czestochowa 40km




viernes, 5 de agosto de 2016

Praga

Ayer por la noche llegué a la preciosa ciudad de Praga, tras un paso rápido y fugaz por Alemania..
Recién crucé la frontera francesa-alemana, rápidamente noté algunas diferencias, la gente empezaba a ser algo más fría, en Francia el carrito le hacía gracia a todo el mundo y te preguntaban que de donde eras y a donde ibas, pero en Alemania la gente es algo más distante, menos calurosa, te miran unos segundos y siguen con sus tareas, pero super educados y correctos.

Frontera alemana

Otro cambio que noté son las carreteras, aparte de la infinidad de carriles bici que hay en Alemania, puedes cruzar el país sin necesidad de encontrarte con ningún coche, es que no encontré ni un solo bache en los 500km que hice por sus carreteras, es espectacular el buen estado en el que están todas, da gusto, y todo super bien indicado, es casi imposible perderte.

Carril bici, impresionante en cada carretera alemana 

Y los conductores increíblemente respetuosos, aveces notas un coche detrás, en una subida en la que vas a 10 km/h pisando huevos, y ni un pitido, ni hacen sonar el motor, nada. Esperan pacientemente a poder adelantarte dejando mínimo 2 metros de distancia.

Pueblo bonito en Alemania, Gaildorf

Entré en Alemania subiendo al norte desde Estrasburgo por la ciudad de Karlsruhe, empecé a ver cochazos y cochazos por todos lados, sobretodo Porsches, luego me enteré que la fábrica de Porsche está en esa ciudad. 

Gaildorf

Para luego dejar de viajar en dirección norte y dirigirme al este hacia República checa, como ya he comentado había muchos carriles bici, y el primer día lo hice entero por uno de ellos que sube el río Rin, pero te acabas aburriendo, ya que apenas pasan por pueblos, y no puedes saborear ni empaparte de la cultura de los habitantes, así que decidí salirme e ir alternando carreteras secundarias con algún carril bici, y la decisión fue más que correcta. 

Gaildorf

El hecho de que todo estaba bien indicado y apenas tenía que parar a mirar mapas y que apenas hacía calor, me han hecho volar estos días por las carreteras alemanas.


Los alemanes no se andan con tonterías, te sacan los Panzers a la calle a la mínima...

Cada día se me pasan los días más rápido, y me veo mejor físicamente, además cada vez me acuesto antes y me levanto antes, con la salida y puesta del sol, sobre las 22:30 suelo estar durmiendo, y sobre las 07:30 ya doy las primeras pedaladas.



¿Por qué pagar por un camping o un hotel pudiendo dormir en sitios como este?

En Alemania no he ido a un solo hotel, aparte de que son carísimos, siempre he encontrado zonas verdes, perfectas para acampar, por eso he tardado más en actualizar el blog, me gusta hacerlo siempre desde la comodidad del wifi del hotel, y no desde el wifi de algún Mcdonalds vigilando la bici y pendiente de otras cosas.

Dos curiosas babosas que, por la noche, encontraron refugio en mi zapatilla. Menos mal que las vi antes de ponérmelas.

He pasado el primer día "malo", o "no muy bueno" de todo el viaje, 2 de agosto, me levanté y ya llovía, y yo pensando la típica tormenta de verano, pues no paró en todo el día, tuve que montar la tienda empapado, aparte se me calló el móvil al suelo, donde tengo todos los mapas y toda la documentación importante, y se me ha partido la pantalla, pero bueno, aún así hice 130km, y al día siguiente por fin ver el sol y volver a la felicidad.


Auf Wiedersen. Cerca de la frontera checa

Si que me ayudó el leer vuestros mensajes de apoyo, gracias a todos, cada uno me sacais una sonrisa cada vez que os leo.....

Frontera checa

Y luego la entrada a la república checa, ha sido como retroceder 20 años en el tiempo, solo llevo día y medio aquí, pero te das cuenta enseguida de las diferencias que hay. Aquí han vuelto los baches a las carreteras, los conductores que te adelantan pegados, los pitidos, los cruces sin una sola señal. 

Pueblo checo. Domazlice

Pero también las sonrisas, las preguntas en checo, que es dificilísimo, la gente de campo, el olor a estiércol... 

Pueblo checo, Prestice

Y ayer la llegada a Praga, tenía pensado hacerlo en uno o dos días más, pero me he visto bien de piernas y ayer hice el récord de kilómetros en un día, 170, motivado por las ganas de llegar a esta impresionante ciudad..


Llegando a Praga


Que gusto me dio la ducha después de 5 días, el servicio de laundry, la cena.


Praga

Ahora voy a pasar dos días de descanso conociendo la ciudad, Praga lo merece, ya subiré fotos que ayer llegué muerto.

Saludos

ETAPAS:

Estrasburgo Stenenfels 130 km
Stenenfels Stodtlen 135 km
Stodtlen Hemau 135 km
Hemau Klatovy(chequia) 115 km
Klatovy Praga 170 km